Viento de injusticia

Escrito por Carlos Illán Ruiz - 21DEhoy agenCYA. 27 de marzo de 2024 - MIÉRcOLES.

¿No pudo o no quiso? Un año más, el drama de Pilatos en el juicio a Jesús ha culminado con la sentencia a muerte en una tarde con aire y frío que no ha impedido la presencia de cientos de espectadores, bastantes de los cuales recibieron al final el agua de la zafa que, según dicen, evita enfermedades.



El 'Drama del pretorio' o, como se le conoce de forma popular, 'el lavatorio de Pilatos' es un acto más que centenario que desde hace décadas tiene lugar en la tarde del Miércoles Santo, aunque haga viento y frío como esta tarde, lo que no ha impedido la presencia de una multitud de espectadores (bien abrigados) para contemplar, durante poco más de media hora, una brillante puesta en escena a cargo de actores no profesionales con el apoyo de los procesionistas de la agrupación de Soldados Romanos californios, siendo Ángel Joaquín García Bravo el autor de este auto sacramental.


El acto principal, Ángel García Carrasco, quien lleva 39 años interpretando al prefecto romano, es el epicentro del juicio a Jesús (este año con barba), durante el que se debate entre liberar a una persona a la que no ve motivos para tan trágico destino, pero que al final se deja llevar por la presión popular. "¡Crucificarle!", le pedían desde el populacho. Incluso, dio a elegir entre liberar a Jesús o a Barrabás, eligiendo el pueblo al segundo pese a tener más historial delictivo. Hay debate con su dona: "¡No puedo!", repite Pilatos. "¡No quieres"!", insiste la mujer. Finalmente, y tras ser flagelado, Jesús cogerá la cruz. "Ponerle: Jesús Rey de los judíos", ordena Pilatos mientras se marcha.


El epílogo es el lanzamiento al público, desde varios puntos del escenario, del agua de la famosa zafa en la que se lavó las manos. Según dijo García Carrasco el pasado año, quien recibe una gota de esta agua, se libra de enfermedades durante un año.


La escena final son todos los actores recibiendo la más que merecida ovación, momento en el que el protagonista quiso destacar que su esposa en la ficción, Mar Vidal, había venido expresamente desde Madrid para esta representación. "El año que viene no nos faltéis", dijo al público como colofón.

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