Fugaz 'aparición'
El encuentro de Jesús Resucitado con la Virgen del Amor Hermoso, que se había preparado tras la suspensión de la procesión del Domingo de Resurrección, no ha podido llevarse a cabo como estaba previsto al comenzar a chispear, con lo que el canto de la Salve ha tenido que celebrarse dentro de Santa María.
Sobre las seis de la mañana es cuando la junta de mesa de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado ha acordado la suspensión de la procesión del Domingo de Ramos. Quedaban apenas poco más de cuatro horas para su inicio, con lo que las previsiones climáticas eran más fiables y daba tiempo a evitar que se vistiesen los procesionistas para luego nada. Para aliviar algo la pena, se ha acordado también mantener abierta la iglesia de 10.30 a 14 horas y que en su interior se celebrase la palabra de la liturgia 'Regina Coell', que significa 'Reina del cielo'. También se ha conocido más tarde que, tras ese breve acto que ha celebrado el sacerdote Fernando Gutiérrez Reche, pregonero de la Semana Santa de Cartagena'24, iban a salir al exterior Jesús y la Virgen para llevar a cabo una 'aparición' y que el pueblo cantase la Salve.
Este diario ha acudido con el propósito de, al igual que lleva años haciendo con lo que acontece en Semana Santa, ofrecer un amplio reportaje a los lectores. Teníamos una posición elevada exterior, pero, ante la inestabilidad del tiempo, que ponía en peligro esa salida, hemos decidido ir al interior de la iglesia. Sin embargo, no ha sido posible entrar. Cartagena de Hoy está enormemente agradecido a las facilidades que todos los años recibimos por parte de procesionistas de las cuatro cofradías, policías locales y vigilantes privados, entre otros, pues gracias a esa implicación podemos ofrecer muchas veces los amplios reportajes. Pero en ocasiones surge una excepción. Hoy ha tocado. Tras esperar un tiempo en la puerta lateral, que estaba cerrada, se ha abierto y un hombre con polo cofrade ha dejado entrar a, presuntamente, familiares y conocidos, pero no a nosotros, aunque le hemos explicados que somos periodistas y que íbamos a trabajar.
No hay mal que por bien no venga y, ante esta situación, podemos ofrecer una crónica diferente (que se ajusta a cómo viven esa situación muchos cartageneros) a la que otras veces hemos llevado a cabo cuando se ha suspendido una procesión y han salido después las tallas principales al exterior. En este caso, estábamos donde se encontraban (apretados) varias cientos de personas y donde la visión era mínima. Valgan por ejemplo las fotos adjuntas tomadas con la mano elevada de un servidor. Escasa visión, pero enorme devoción, pues ver a la Virgen y cantarle la Salve siempre es especial y a muchos le merece la pena.
Cuando, sobre las doce y media, han empezado a sonar los tambores que anunciaban la salida de tronos, todas las miradas se han fijado en lo que se podía ver de la puerta de Santa María, aunque ha habido un ligero sobresalto cuando se ha visto que los que ocupaban las localidades de una de las gradas se ponían en pie. "¡Hay una pelea!", se ha empezado a escuchar. Ha sido muy breve y no era tanto, pues, según hemos conocido más tarde, se trató de un 'rifirafe' entre dos mujeres ubicadas frente a la puerta del templo.
El sol aparece en el cielo y se nota que sube la temperatura, además de encandilar. "Pues va resultar que se podía haber celebrado la procesión", escuchamos. Sale el Resucitado entre ovaciones y mientras el trono hace maniobras para encararse al de la Virgen, caen unas gotas de agua. "¡Cerrar los paraguas, que no se ve!", dicen varios de las filas más retrasadas del mogollón de espectadores. La madre del Amor Hermoso va a salir y el chispeo va a más. Ya son muchos los paraguas abierto y se ve que la Virgen no cruza el pórtico. Enseguida se recoge y detrás la sigue Jesus resucitado, quien ha recibido una lluvia de pétalos instantes antes.
Sólo han pasado quince minutos. El acto de 'bailar' los dos tronos encarados y cantar la Salve se llevará a cabo en el interior con los procesionisas y allegados como únicos testigos, pues un muro de policías impide la entrada del pueblo a la iglesia, que ya de por sí está abarrotada.
Lo que sí se ha podido disfrutar en el exterior es del piquete del RAAA-73, que tras un primer paso en honores por delante de Santa María, han regresado al ritmo del pasodoble 'Tres veces guapa' que ha animado a los presentes, quienes han acompañado el desfile con aplausos con el mismo ritmo.
Otro dato a reseñar es que han vuelto a sonar las campanas de la iglesia con motivo de la resurrección de Jesucristo y después de que, como cada año, hubiese sido reemplazadas por el ruido de la matraca desde el Jueves Santo debido al luto por la muerte del hijo de Dios.
Esa inestabilidad de sol y llovizna ha dado la razón a la (dura) decisión adoptada por la hermana mayor, Marién García Boj, y sus personas de confianza en una cofradía que, como hemos indicado esta mañana, es la más castigada por el mal tiempo en el presente siglo.
Respecto a lo ya habitual en esta y otras cofradías (lo hacen como deferencia al público, pues no están obligados) de ver ese pequeño acto en el exterior cuando se suspende una procesión, hemos comprobado que es muy complicado por el escaso espacio que ofrece la calle del Aire. Una persona que estaba próxima a nosotros nos ha comentado que esa complicación también se produce cuando se canta la Salve en la recogida de las vírgenes procesionales y que por eso ya no se ve, como hace años, la calle abarrotada, sino la zona más próxima al epicentro de la acción. Lo que ocurre, es que en alternativas poco hay. Alguno apuntaba efectuar con las tallas principales un pequeño recorrido, aunque vayan los portapasos sin vestuario cofrade, por una o dos calles del entorno, para así dispersar la concentración y facilitar la visión y que puedan acudir más asistentes, pero tendría que ser cuando exista la certeza de que no va a llover, lo que muchas veces no es posible predecir. Complicado. El problema no es qué hacer, sino que por estos lares la ansiada lluvia parece venir cuando menos debe y luego pasamos meses en secano.
Para completar este artículo, el vídeo de 'La Semana Santa de Cartagena TV' muestra lo acaecido dentro de la iglesia:
Crónica del Ayuntamiento de Cartagena:
Cartagena ha celebrado el Domingo de Resurrección aclamando la salida de la Virgen del Amor Hermoso para cantarle una Salve. Pese a que la Cofradía del Resucitado se ha visto obligada a suspender la procesión prevista este 31 de marzo por las inclemencias meteorológicas de viento y lluvia, miles de personas se han congregado en el templo y en la calle Aire para despedir la Semana Santa de Cartagena en este día de júbilo.
La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado ha anunciado la Resurrección de Jesucristo en Cartagena abriendo al público la iglesia de Santa María de Gracia para que la gente pudiera ver los tronos. Entre los asistentes se encontraba la alcaldesa, Noelia Arroyo, que se ha fundido en un abrazo con la hermana mayor de la Cofradia, Marién García. Pese a la cancelación de la procesión para preservar el patrimonio de la Cofradía y la integridad de los procesionistas, el Domingo de Resurrección ha dado para mucho. Ha habido incluso una pedida de mano en el interior del templo. Lázaro, portapasos del Resucitado, ha logrado el 'sí' de Noelia, portapasos de la Aparición de Jesús a Santo Tomás. Y hasta el Piquete del Regimiento de Artillería n.º 73 ha desfilado por la calle Aire.
Los procesionistas han rezado al mediodía en el templo el Regina Coeli y han llevado a cabo la liturgia de la Palabra, ante la imagen de Nuestro Padre Jesús Resucitado. Acto seguido, se ha producido fuera del templo el Encuentro entre Jesús y la Virgen del Amor Hermoso. Si bien, cuando el trono de Jesús Resucitado se encontraba en la calle ha comenzado a llover, lo que ha provocado que la Virgen se quedase en la misma puerta De la Iglesia, sin llegar a salir. Momentos después de este Encuentro, por aclamación popular, el gran numeroso público congregado en las calles ha pedido al Resucitado que saliese la Virgen. Así que los portapasos han sacado a la Virgen del Amor Hermoso a la puerta de la iglesia, donde miles de cartageneros le han entonado una Salve que ha servido de despedida a la Semana Santa.
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