Antonio Carrasco acaba hoy 45 años como presidente de los vecinos de El Llano del Beal
Entró en la Asociación de Vecinos Santa Bárbara en 1977 y al año siguiente asumió la presidencia. "Si no eres una persona con inquietudes, es difícil aguantar tanto tiempo", expresa quien hoy acaba y que (s.e.u.o.) es la persona que más tiempo ha estado al frente de una asociación vecinal en Cartagena. Su sucesor saldrá esta noche de las urnas, siendo los candidatos Antonio José Márquez y Alicia Cervantes.
Parece que estamos en un época en la que varios 'incombustibles' del movimiento vecinal ha decidido salir del frente de batalla. Hace unas semanas era José Andreu Solano quien ponía fin a 37 años al frente los vecinos de Galifa y hoy será el último día para Antonio Carrasco Pagán, quien acumula 45 como presidente más uno en el que ejerció como secretario, en concreto, el primero cuando entró en 1977, para en diciembre de 1978 asumir la presidencia.
"No hacía mucho que había acabado el servicio militar y un grupo decidimos entrar en la asociación de vecinos. Éramos un grupo de amigos que teníamos inquietudes políticas y que las encauzamos hacia el terreno social", dice quien entonces era veinteañero y que resalta que en todos estos años la directiva no ha sufrido grandes cambios, quedando algunos integrantes de aquellos primeros años, como son los casos también de Domingo Zapata y de Antonio Vidal.
En una asamblea de socios celebrada en 2018 anunció la marcha de la directiva. "Dijimos que nos comprometíamos para cuatro años más y ya está, para que así entrasen nuevas personas. Sin embargo, por la pandemia, ha sido un año más", apunta, indicando quien hora dejará de ejercer, pues de 17 a 20 horas es cuando tendrá lugar las elecciones en el local social (junto a la OMITA, en planta baja), para después llevarse a cabo el recuento que determinará si Alicia Cervantes Gil o Antonio José Márquez Lázaro se pone al frente de la Asociación de Vecinos Santa Bárbara de El Llano del Beal. Son 234 los socios con derecho a voto, según determinó la junta electoral el pasado día 13.
"Es necesaria la renovación, pues más de cuatro década son demasiadas", asevera Antonio Carrasco Pagán. Cierto, son muchos, pero también son muchas vivencias. Por ello, le pedimos que rescate algunos recuerdos. "Cuando empezamos, el pueblo no tenía nada, y trabajamos por conseguir el alcantarillado, el asfaltado, el alumbrado... y también éramos nosotros los que llevábamos a cabo, de forma directa o buscando gente, muchas obras de arreglos o mantenimiento", indica, exponiendo una fórmula de entonces que choca con el exceso de burocracia actual para cualquier gestión. "Veíamos que había que arreglar y hacíamos una lista de los materiales que nos hacían falta. El papel se lo llevábamos a un concejal (Manuel Tera Bueno) del entonces alcalde, Enrique Escudero, quien lo firmaba y sellaba. Lo presentábamos al del almacen de material de construcción, lo recogíamos y enseguida se hacía la obra". Curioso visto desde la perspectiva actual y normal entonces en una época de afán e ilusión vecinal por mejorar el pueblo.
Fueron los primeros años "tras la represión de la dictadura y eran tiempo de ir disfrutando de libertades", pero enseguida llegaron otros años muy duros, quizás los peores para muchos vecinos de El Llano. "Así es, fueron los peores por el problema de la crisis minera que dejaba a la gran mayoría sin trabajo y por los conflictos que se desataron entre 1987 y 1991". En el otro lado, en lo positivo, Antonio Carrasco dice que lo mejor ha sido "ver al vecino disfrutar y colaborar por el pueblo", además de hechos ilusionantes "como el inicio de la cabalgata, el nuevo centro de salud, el estreno del local social...". Ahora llega el adiós, pero lamenta hacerlo con algunos objetivos pendientes, "pues queda un nuevo colegio, el pabellón de deportes y un parque infantil, además de la restauracion medioambiental de la sierra minera, que están pendiente de que proyectos de mejora".
Cerca de medio siglo en el movimiento vecinal. "Tengo claro que si no fuese una persona con inquietudes no habría estado tanto tiempo", expresa quien no se retira del todo. "Para mí la asociación de vecinos es la entidad más importante del pueblo, pero también están el Casino y la Casa del Pueblo, de la que seguiré formando parte de su equipo".
Posiblemente, Antonio Carrasco Pagán sea un caso único en la historia del movimiento vecinal de Cartagena. Su gestión habrá sido mejor o peor, pero, seguro, que siempre con la mejor intención para los vecinos. No estaría nada de más un reconocimiento, apunto, aunque alguno pueda pensar que hablo (escribo en ese caso) de más.