"Ahora que Manuel Ángel no puede oírme (o sí)"
"Perdona que te diga. No sé si te has fijado pero no hay nada que más despierte que hablar sobre la muerte. Tú y yo somos huidizos ante la muerte. Cambiamos de tema. Lo evitamos, como si no hablando de ella la muerte ya no viniera. Y viene. Vaya que si viene. La muerte llega y te desgarra. La muerte, fíjate lo que te digo, me visitó el pasado jueves y, estúpido de mí, no me he enterado hasta tres días más tarde. La muerte me visitó porque cuando un amigo se muere, algo tuyo se muere. Y Manolo, mi ‘camotín’, mi Manuel Ángel, compañero de vida se ha ido de ella sin enterarme. En casa del herrero, cuchillo de palo. Así que vengo a escribirte este memorial con el corazón roto, bañado en sangre que diría el poeta..."
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