¿Conoces la historia del Casino de Cartagena?

Escrito por PB. 28 de junio de 2021, lunes.

Que Cartagena es una ciudad llena de Historia lo atestiguan inmensos monumentos como su excelente e impresionante teatro romano. Pero las maravillas de la ciudad portuaria no acaban ahí: otros edificios más contemporáneos como el viejo ayuntamiento el casino de Cartagena son también testimonio del pasado de este municipio lleno de luz y salitre.



Aunque Cartagena es conocida como la ciudad de la época romana, lo cierto es que el pasado modernista de la urbe también tiene importancia. Es en ese contexto donde surge el casino de Cartagena: un espacio de contacto social para la burguesía del siglo XIX y que en la actualidad se puede disfrutar como el edificio maravilloso que es.

Tanto los aficionados al juego (que pueden disfrutar de los mejores casinos online fiables de España a través de este sitio especializado) como aquellos enamorados del arte y la arquitectura pueden encontrar cosas interesantes en este espacio.
 


La historia del casino online de Cartagena


Declarado monumento histórico en 2004, la historia del casino de Cartagena comienza en la primera mitad del siglo XIX. Es uno más de esos grandes espacios de ocio y socialización creados por los grupos burgueses de las grandes ciudades. Se configuró como un espacio donde disfrutar del ocio, la cultura y el tiempo libre.

Desde juegos de mesa como el billar hasta conferencias, conciertos o comidas, pasando por un amplio catálogo de actividades especialmente pensadas para sus socios, el casino de Cartagena pronto se convirtió en un espacio de encuentro diario donde estrechar lazos de amistad, emprender negocios y otras muchas cosas de carácter social.

A partir de 1880, la sociedad gestora del casino adquirió el palacio del marqués de la casa Tilly, un edificio del siglo XVIII que fue reformado en el siglo XIX para adecuarlo a las necesidades generadas por los socios del casino de la 'buena sociedad' cartagenera.

Desde entonces, este imponente edificio se convirtió en un sello y emblema de la ciudad portuaria, sinónimo del poder de la gente más adinerada de la urbe, que acudía allí prácticamente a diario a socializar e incluso solamente a 'dejarse ver' por el resto de los componentes de la sociedad de recreo casino de Cartagena.


El edificio


Como casi todos los casinos monumentales que se conservan en la actualidad, el edificio ya destaca desde su propia fachada. En este caso, se trata de una obra firmada por el arquitecto Francisco de Paula Oliver en 1896. Esta es la primera cosa que se ve del edificio del casino y que ya deja admirados a turistas y visitantes.

Pero la cosa se pone todavía más interesante al acceder al interior del espacio: todo el casino mantiene la estructura del palacio original, que basa el centro de atención del visitante en un maravilloso patio de columnas y una bellísima escalera lateral. Desde ese patio —hoy cubierto por un tragaluz que alivia la temperatura y los problemas climatológicos— se abren las distintas habitaciones y espacios del casino.

La decoración está basada en el estilo castellano de la época, con tendencias neoplaterescas y un trabajo finísimo en las columnas de mármol que firma Víctor Beltrí, el gran arquitecto del modernismo en la ciudad, responsable de la mayoría de edificios de esta tendencia arquitectónica.

Tal es la belleza y el testimonio de la época de este edificio, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural y forma parte de la llamada ruta modernista de Cartagena, que lleva a los visitantes a conocer los principales edificios del XIX que todavía se conservan en la ciudad.


Un casino activo


Más allá de las visitas guiadas y de la posibilidad de disfrutar del casino como un museo, este espacio continúa ofreciendo actividades para sus asociados y miembros. Desde clases de billar o esgrima hasta cursos formativos de baile de sevillanas y yoga son sus principales actividades.

Pero hay más: una o varias veces al mes se celebran loterías o fiestas como bailes familiares que tienen el objetivo de unir a toda la comunidad del casino y mantener el espíritu inicial de estos espacios de socialización.

Por último, es importante destacar los eventos, donde sobresalen las representaciones teatrales, juntas de socios y cualquier otro tipo de actividad que pueda resultar de interés para la comunidad que forma la gran familia del casino de Cartagena.

Todo ello convierte este edificio en uno de los más importantes de la ciudad. Algo que no debe faltar en una primera visita a Cartagena, más allá del museo del teatro romano, el paseo por el muelle y el disfrute de las calles luminosas del municipio.

El casino de Cartagena ofrece la oportunidad de viajar en el tiempo y sentirse como esos miembros de las grandes familias burguesas que mataban las horas en este espacio de ocio y diversión que fue esencial para vertebrar las sociedades españolas del siglo XIX.

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