CyR-23: El batallón que más mola

Las cincuenta tropas y legiones, con sus mejores galas y reforzadas por festeros de Alicante y de Linares, volvieron a ofrece una marcha que cautivó al numeroso público  a su paso por las céntricas calles de Cartagena. En la foto, la guardia femenina de Indiketes.



Si Carthagineses y Romanos reúne a más de seis mil personas vestidas de época, fácilmente el gran desfile general tuvo unos cuatro mil entre guerreros, legionarios, dioses, sacerdotes, sacerdotisas, guardianes, civiles, comerciantes y un largo etcétera, a los que hay que suma más de doscientos festeros llegados de las fiestas de Moros y Cristianos de Alicante, que abrieron la marcha, y de las fiestas Íbero Romanas de Cástulo.

Combate a espadas entre legionarias de Vigiles

La marcha fue brillante, con púnicos y águilas salpicados en el contingente y con mucha voluntad por agradar, además de obsequiar a los espectadores con vinos, caramelos o monedas de chocolate. Los epicentros de cada grupo fueron los personajes de Aníbal-Himilce y Escipión-Emilia Paula en versiones adulta e infantil.

Sacerdotisas y guerreros de Baal-Hammón transportando a su cantera

Fue un derroche, ya no sólo por elementos enriquecedores, como los animadores, sino, siemplemente, por los propios vestuarios y armamentos de tropas y legiones, todos con base histórica y de una gran belleza estética. 

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