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El arte del fuego en la era de La Magdalena

No quedan muchos artistas de las llamas, que son aquellos que ofrecen un variado espectáculo. Uno de ellos es Héctor, quien en la mágica noche de San Juan actuó en el corazón del secano cartagenero, siendo el encargado de encender la hogareta en una velada que también tuvo magia, humor y una queimada con el conjuro del romero. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)



La Magdalena, ofrece y sigue. Esta vez el motivo era la noche más corta del año, en la que han vuelto a ser polo de atracción para visitantes con una propuesta que combinó tradición y espectáculo, además de esos momentos de gran valor humano como son las convivencias, lo que tuvo lugar en la primera parte de la noche con los productos que salían de la cantina. Por cierto, algunos de los comensales lucían el pañuelo rojo creado por Pakosky con los símbolos de esta tierra, corazón del secano cartagenero: pozo, oveja, vaca, ramas…  

El segundo capítulo fue para el espectáculo en un lugar especial, la era de arena que, junto a su muro de delimitación esférico de calicanto, se ha construido con dinero del presupuesto de 2021 que estaba pendiente de aplicar en la Junta Vecinal Municipal Molinos Marfagones-La Magdalena-Los Puertos.



En ese lugar tan emblemático y cada vez más escaso (en la mayoría de lugares se están labrando estos espacios) es donde se ofreció el espectáculo. Primero fue el humor y magia con la implicación del público, para después tomar el relevo el fuego con Héctor, un alicantino que simulaba ser extranjero y que ofreció una variedad de ejercicios con las llamas, impresionando a bastantes espectadores. Él fue el encargado de encender la hogareta, en la que se ubicaron a Juan y Juana después de dos años de espera a su irremediable encuentro con las llamas. Además, Ramón fue el brujo que elaboró una queimada, pero con el rito del romero, que es más autóctono que el gallego.

La Magdalena, ofrece y sigue. Este verano, más. 

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