Vida festera: fogones de campamento

Es tradicional desde casi el inicio de Carthagineses y Romanos que las tropas y las legiones elaboren en sus recintos de la gran aldea diversos manjares, que ofrecen al público de forma gratuita por las noches.


Uno de los días con más propuestas gastronómicas festeras es el lunes después de las 'Bodas de Aníbal e Himilce'. Primero, la feliz pareja, distribuyó una tarta de chocolate en medio de la calle carthaginesa y luego varios grupos púnicos regalaron buñuelos (Honderos Baleares), michirones (Tropas de Tiro) o pan con sobrasada y vino en porrón (Mercenarios Celtas), por citar unos ejemplos.



La noche del jueves es otra velada intensa. Hay varias queimadas, como la que se muestra en la galería adjunta de Tropas de Baal-Hammon, que se elabora mientras un guerrero va ofreciendo el conjuro correspondiente. Después, se sofocan las llamas y se reparte acompañada por un pastel de zanahoria. Un poco antes, en la calle romana están 'los chorizos del gens y los huevos de los numisius', que consiste en platos de chorizo y huevos fritos que regala la legión de Gens Numisius.

A las dos de la madrugada del tránsito del jueves al viernes es cuando Ara Pacis reparte las tazas de un caldo con pelotas, otro manjar nocturno, al igual que lo son las torrijas que elaboran casi a la misma hora sus vecinos de Universitas.   

Otro manjar, aunque algo fuertecito, son las 'pelotitas de Júpiter' de Triunviros de Cartagonova... hasta que duraron, pues tuvieron mucha demanda y en pocas jornadas ya eran historia en esta edición del campamento.

Son sólo unos ejemplos de una tradición de campamento que también ha hecho mucho por las fiestas.

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