Secuelas, precuelas, remakes… ¿Se ha perdido la originalidad en el cine?

Escrito por APUESTAS. PB. 3-7-2025 (jueves).

El mundo está expectante ante el futuro estreno de la próxima creación de Christopher Nolan: La Odisea. La obra de Homero ya había sido adaptada, con anterioridad, al celuloide. Pero esta superproducción del director de la trilogía de Batman, Origen, Interestelar y demás obras maestras modernas parece que será apoteósica. 


Cabe destacar de Nolan que suele ser bastante original con sus estrenos. Batman era un personaje que ya había pasado por la gran pantalla antes; pero el resto de sus films se erigían sobre material nuevo. A día de hoy, es casi una novedad. Casi todo lo que nos llega tiene un aroma demasiado familiar. 
 
Pensemos en los grandes estrenos del próximo 2026. Shrek 5 y Toy Story 5. El Diablo Viste de Prada 2. Dune parte 3. Los superhéroes también atacan de nuevo con entregas de su interminable franquicia; Spiderman: Brand New Day y Avengers: Doomsday. Masters del Universo tendrá su remake el año que viene. 
 
Mientras tanto, Tom Cruise se está planteando ponerse manos a la obra con Top Gun 3 (después de la espectacular acogida de Top Gun: Maverick). Y uno de sus compañeros de reparto, Glen Powell, está a punto de estrenar la nueva versión del clásico de los 80, Perseguido, que protagonizó Schwarzenegger en su día.  
 
Y así podríamos seguir. Secuelas, precuelas, remakes y personajes que ya hemos visto antes en las salas. ¿Qué ha pasado con la originalidad? ¿Son tiempos difíciles para los creativos? ¿O es que el motivo principal radica en poder sacar todo el partido posible a algo que ya se sabe que funciona? Tal vez, el núcleo del tema esté en este punto.    
 
Marvel es un buen ejemplo de ello. Durante décadas, las adaptaciones de sus personajes fueron desastrosas; hasta que un estudio se tomó en serio llevarlos al cine. Empezaron Spiderman y los X-Men; luego llegó el MCU y las taquilla enloquecieron. Un auténtico filón, con un universo creativo ya desarrollado y que contiene tramas muy atractivas.
 

 Además, se retroalimenta. Las películas propician una mayor venta de cómics. Aparece un merchandising muy elaborado. Se diseñan videojuegos con los protagonistas; incluso sirven como temática para algunos slots online de los principales portales de internet. Ya no hablamos de producciones aisladas, sino de una auténtica franquicia.
 
Precisamente, ha ocurrido algo similar con los videojuegos. Si estos productos digitales ya contienen un argumento y unos personajes que son populares y atraen a un segmento de mercado muy interesante, ¿por qué no llevarlos a la gran pantalla? No hay razón para no hacerlo y así han nacido Minecraft, Assassin´s Creed o las sagas de Tomb Raider o Resident Evil, entre otras. 
 
¿Ha pasado demasiado tiempo desde el estreno de un Blockbuster? Pues se prepara un remake (nueva versión de una película) o un reboot (un reinicio de una saga de films) . Las actuales entregas de Jurassic Park (ahora Jurassic World) son un buen ejemplo. Y luego tenemos títulos como Ha Nacido una Estrella, de la que ya se han hecho cuatro producciones diferentes durante la historia.  
 
Para los que puedan pensar que estamos exagerando, aquí va un dato. Las 5 películas más taquilleras de 2024 a nivel internacional eran secuelas, remakes o parte de una franquicia. Hablamos de Del Revés 2, Deadpool y Lobezno, Gru 4, Vaiana 2 y Dune parte 2. En España, el panorama fue, prácticamente, el mismo. 
 
Está claro que lo que funciona, funciona. Y con las grandes inversiones que requieren los productos hollywoodienses, no es fácil arriesgar. Sobre todo, cuando ser original puede salir muy caro. La Isla de las Cabezas Cortadas, de 1995, costó casi 100 millones de dólares y apenas recaudó unos 20. Pero no son infrecuentes las secuelas que tienen un destino similar.
 
De todas formas, sería injusto plantear un escenario tan pesimista. Año tras año, se suceden los estrenos con material original y nuevas tramas que no tienen el aroma de “reciclado”. Clint Eastwood es una buena muestra; también Nolan, al que ya citamos. O Paul Thomas Anderson. Y, por supuesto, otros tantos otros directores y la gran mayoría del cine independiente.  
 
¿Murió la originalidad en el 7º arte? Ni de lejos. Pero parece que nos estamos acostumbrando demasiado a ver caras y argumentos ya conocidos. Y los principales estudios exprimirán esta fórmula mientras siga funcionando. ¿Quién puede culparlos?  
 


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