“Cartagena tiene un carnaval único en el mundo por la ciudad donde se vive”
Ruth Lorenzo, quien anunció que va a instalar su domicilio en La Azohía, reclamó la declaración de interés nacional para la fiesta, pidió a todos “darle al cuerpo salero” para llenar “de vida las calles”, además de proclamar que no hay “coño” que le diga que Licor 43 y el asiático no son cartageneros. También resaltó la igualdad de sexos como seña de identidad de esta celebración.
Un animado pasacalles de carnavaleros encabezados por una rítmica batucada ha llevado a cabo el primer pasacalles del Carnaval 2024, llegando a la plaza del Ayuntamiento a las diez de la noche, comenzando a continuación una mini gala o muestra de la gran fiesta de estos días, la cual presentó el televisivo Fran Sáez y que sirvió para una breve representación de despedida quienes fueron Don Carnal y Doña Cuaresma adultos e infantiles del pasado año.También actuó el grupo coreográfico Paraíso y hubo espectáculo 'drag'.
A las 22.35 horas comenzó, ante una plaza plagada de carnavaleros, el capítulo de alocuciones con el presidente de la Federación de Carnaval, Eduardo Pignatelli, quien pidió a los carnavales “haced mucho ruido. Cantar, bailar y disfrazaros para que el carnaval sea el motor de Cartagena y para que sepan que tenemos los mejores carnavales con una fiesta de primera fila”. También resaltó el esfuerzo de los carnavaleros e hizo una petición a la ciudadanía: “Acompañarnos, pues será la mejor recompensa a meses de esfuerzo”.
Después, la alcaldesa vaticinó que estos días la ciudad “va a estar llena de color, de brillo, de música… de vida” y que la fiesta será “un éxito”, al igual que el emplazamiento novedoso de la plaza Juan XXIII, que es “estupendo”, dijo Noelia Arroyo.
Ruth Lorenzo ofreció, a continuación, el pregón de apertura durante unos ocho minutos en los que ofreció mucho contenido (estaba trabajado) y un ritmo de animación que fue subiendo conforme hablaba. Comenzó recordando que antaño el carnaval lo anunciaba el ‘Tío del bando’ sobre un burro, para después, tras recordar su trabajo esta semana como presentadora de ‘Benidorm Fest’ y dejar claro que también tiene ‘la nacionalidad’ de cartagenera, recordando su infancia en Islas Menores o Cabo de Palos y que ahora es asidua a las plazas de la zona oeste, siendo La Azohía donde ha comprado “un terrenico y donde me voy a a ir a vivir, estoy a punto de mudarme”. Defendió la almadraba, la poseidonia, Cabo Tiñoso… La cantante que hace unos años representó a España en Eurovisión continuó elogiando a Cartagena por su pasado y por su gastronomía, entre otros capítulos. “Nos une el amor por esta milenaria ciudad y por la pasión por el carnaval”, expresó. “A Cartagena hay que venir siempre y, en estas fechas, hay que hacerlo para reírse de todo quisque, sobre todo con uno mismo, que es la mejor risa”. Elogió el esfuerzo y el resultado conseguido “por la gran familia carnavalera, (…) pero si este carnaval es único en el mundo por la ciudad en que se vive y sus milenarias calles”. Resaltó la variedad del programa de actos, recordó sus pasado en el grupo La Saga y dijo que es un carnaval de igualdad de sexos (“ya quedan pocos por convencer”). También se mostró como firme defensora de emblemas de esta tierra. “A Ruth Lorenzo, nacida en la ciudad de Murcia, no hay quien tenga coño para decirme que el Licor 43 y el asiático no son de Cartagena”. 
También alzó la voz por la Declaración de Interés Turístico Nacional de un carnaval “al que ahora le queda llenar de alegrías, sensualidad, bailes y vida a la calle todos los días hasta que tomemos las pelotas de Don Carnal y las tetillas de Doña Cuaresma”, remarcando que hay que darle “al cuerpo salero”, dentro de un texto en verso que le prepararon incitando a disfrutar de la fiesta. Concluyó con los vivas a Cartagena y a su carnaval. “¡Os amo cartageneros!”.
Pignatelli, con el público, efectuó una cuenta atrás de cinco segundos para dar por inaugurada esta gran fiesta, estallando entonces un castillo de fuegos artificiales que duró 10 minutos. El epílogo fue la actuación del grupo Stolen.
