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De patrona (canónica) a patrona (popular)

La Virgen del Rosell tiene el patronazgo de Cartagena desde el siglo XIII y después 'asumieron' también esa labor cinco santos y la Virgen de la Caridad, que es la que con más fuerza lo ostenta en la actualidad. Este año, la primera ha visitado a esta última con motivo de su trescientos años por estas tierras.



El tema de patronazgos en Cartagena es curioso al tener siete, cifra nada usual y que, posiblemente, no se dé en otra población. Desde el siglo XIII lo es la Virgen del Rosell, pero no está sola en este menester, pues en 1612 fue cuando el Ayuntamiento de Cartagena declaró patronos a los santos hermanos Isidoro, Fulgencio, Florentina y Leandro, pero algo tuvo que pasar para que ese mismo siglo, en 1677, no se supiese quién era el patrono y en un sorteo fuese elegido San Ginés de la Jara, también de forma oficial. Luego, en 1723 llegó por mar a esta tierra una Virgen de los Dolores para el Santo y Real Hospital de la Caridad que terminó por convertirse en Virgen de la Caridad y cuya devoción fue creciendo, siendo considerada patrona actual, aunque en esta redacción no hemos conseguido averiguar si fue proclamada oficialmente, aunque no hay duda de que logró ese título de forma real por el fervor generado, lo que motivó hace 100 años ser la primera imagen católica que tuvo una coronación canónica en 'La trimilenaria'. También hay que apuntar, pues podría tener relación, el consistorio declaró en el siglo XVIII el Viernes de Dolores como festividad local.



Bien, dicho todo esto, nos centramos en la semana de actos de devoción y honor a la Virgen del Rosell, que han abarcado oficios religiosos y, esta tarde, la renovación del voto perpetuo a los Cuatro Santos y a la Virgen del Rosell por parte del Ayuntamiento de Cartagena, con posterior ofrenda de colectivos y devotos. Antes, anoche, tuvo lugar la salida anual de la Virgen del Rosell por las calles del casco antiguo, que esta vez varió su recorrido debido a que hubo visita a la Virgen de la Caridad con motivo del tricentenario de su llegada.



La procesión, organizada por la Cofradía de la Virgen del Rosell y los Cuatro Santos, estuvo formada por una amplia representación de cofradías pasionarias y colectivos católicos, cerrando el trono llevado por algo más de cincuenta portapasos de ambos sexos llevando la talla medieval a la que la leyendas populares señalan que fue encontrada por un pescador, de apellido Ros, flotando en las aguas cartageneras.



El momento más especial fue cuando la imagen de la Virgen del Rosell se situó ante la entrada de la Real Basílica Menor de la Caridad, cara a cara con la talla de la actual patrona. Una Virgen con el niño Jesús en su regazo, la otra con Jesucristo fallecido tras ser crucificado. Y entre ambas, varios siglos de la historia de la fe en Cartagena. El sacerdote José Abellán fue el encargado de depositar en el altar un ramo de flores, para después ser cantada la Salve. Por cierto, durante el recorrido, se entregaron a los espectadores numerosas estampas conmemorativas de la visita extraordinaria de la patrona canónica de Cartagena a la patrona popular. A continuación, la comitiva siguió la marcha hasta la iglesia de Santa María, otro momento especial y emotivo que envolvió el canto de la Salve.




 

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