¿Sabías que de un montón de clavos puede brotar una palmera?
No es una hipótesis, es una realidad, como demuestra José Antonio López Palazón, una persona que transforma el reciclaje en arte. Otro ejemplo: la cara de Don Quijote es una pieza de una lámpara. La mayoría de nosotros no vemos en estos objetos lo que vislumbra este vecino de Barrio Peral, pero basta con acudir al Teatro Circo Apolo de El Algar y observar la exposición que luce en la entrada y pasillos de acceso al patio de butacas. También trabaja con nuevos metales y es autor, entre otras obras, de ‘El manillas’ dedicado a la petanca en La Magdalena.
Camina hacia las siete décadas de años de vida y hace un tiempo se jubiló de su trabajo en el Arsenal de Cartagena. Es José Antonio López Palazón, quien tiene la facultad de tener una capacidad artísticas que surge desde los que otros llaman ‘chismes’, por decir algo, aunque hay que dejar claro que también trabaja nuevos materiales, pero a nosotros, en la muestra de diez obras que tiene en el Apolo, nos llamó la atención especialmente ver cómo púas soldadas dan forma a una palmera o un antiguo cazo de la familia de su esposa es el eje central de otra escultura metálica.
Es una persona que tardó en mostrar su arte, pues fue en 2010 la primera vez que llevó a cabo una exposición. En el paseo que damos por los pasillos del emblemático teatro circo también vemos un rostro al que monta la palma de una mano. Está hecho con botones troquelados y fue una obra dedicada a la lucha contra la violencia de género para unos actos organizados por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Llevará un total de unas treinta obras elaboradas co hierro y otros metales, siendo el tiempo medio de elaboración de algo más de un mes. El centro de salud del Casco Antiguo acogió una exposición de su obra, de la que aún se disfruta en el centro de recursos juveniles de Canteras y, entre otros lugares, en Canteras con ‘El manillas’.