Los museos en su noche más mirada

Escrito por Carlos Illán Ruiz - 21DEhoy agenCYA. 21 de mayo de 2023-DOMINGO.

¡Qué gentío! Nuevamente (y van…), la museística noche de Cartagena fue un derroche de gente y de cultura a través de los centros museísticos y de las actuaciones paralelas. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)

Si usted PINCHA AQUÍ verá todo el programa que ofrecía en la jornada de ayer, desde las 10 horas (visitas a la Catedral Vieja) hasta la una de la madrugada (fuegos artificiales en la terminal de cruceros) ‘La noche de los museos’ bajo el lema este año de ‘Una noche con historia’. Es evidente que era imposible ira todas las propuestas y mucho menos saborearlas. Por ello, este periódico lo que ofrece es una muestra en un recorrido muy parcial por el casco antiguo, espacio donde se congregaba la gran mayoría y donde sus locales hosteleros siguen en un ‘feliz y permanente agosto’ con terrazas desbordadas de clientes. Como se puede ver en la galería de fotos, en Cartagena anoche no había ambiente, sino 'ambientazo'... a media luz, pues un factor casi común en todos los lugares era una iluminación en penumbra o 'semi'.

Cartagena de Hoy (Cartagena de Fiestas) estuvo en el campamento en el que se mostraban Carthagineses y Romanos (va en otro artículo propio) y después estuvimos en el ARQUA, donde actuaba la ‘Orquesta de jóvenes talentos’ y donde ‘los mares de playmóbil’ eran un fuerte imán para los más pequeños. Desupués comenzamos a ver las colas para entrar a los refugios de la Guerra Civil y a la exposición sobre el Antiguo Egipto (ofrecimos un reportaje hace un par de semanas) en el Augusterum, llegando al final de la calle Serreta donde el Archivo Municipal (además de regalar libros) mostraba documentos sobre la sublevación cantonal. Desde ahí se escuchaba la música de jazz de ‘Big Band’ en un abarrotado patio del Museo de Artillería, en cuyas estancias se sucedían las visitas entre armas, uniformes y tanques. También en esta instalación estaba la muestra del San Juan californios en torno al restaurado manto de la imagen. Por su parte, la Cofradía del Resucitado montó una exposición en su capilla de Santa María en torno al restaurado grupo de Emaús.

Un espectáculo de fuego animaba en el inicio de la subida al Molinete, donde el museo también tenía cola para ver la exposición y visitar la ‘pequeña Pompeya’, que cada vez está más grande. Los tres tenores, por su parte, desbordaron el aforo del salón de actos de la Real Sociedad Económica de Amigos del País y la música también era protagonista en conciertos en la plaza del Rey, en la plaza del Ayuntamiento y en el Teatro Romano, otro lugar con mucha cola. Nos acercábamos al mar y también visitamos la sala donde está el histórico sumergible de Isaac Peral y el Museo Naval. Tres horas llevábamos de ruta laboral haciendo fotos y tomando notas, es decir, sin saborear tanto ‘tesoro’ como ofrecen nuestros museos. Era evidente que tanta propuesta no es posible asumirla, pero sí permite estructurarse, como ya hacen muchos. Este año voy a estos, el año próximo a los otros y al siguiente… La cuestión es que, además de los visitantes que podamos tener, los cartageneros conozcan su tierra y lo que le ofrece. 

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