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“Preparad las procesiones con mimo y cariño, pero mirando a Jesús”

El capellán de la Cofradía del Resucitado, Miguel Solana, ha invitado a los cofrades a vivir la cuaresma con más espiritualidad y sentido religioso en un Resurrexit que ha recuperado su plenitud y ha rendido homenaje al 300 aniversario de la llegada de la Virgen de la Caridad colocando su estandarte en el altar. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)



A las siete de la tarde ha comenzado el bullicio ‘resucitado’ por el casco histórico con la agrupación de Escoltas y Honores, con sus uniformes de gala de la caballería de Alfonso XIII, anunciando la celebración del principal acto litúrgico de cuaresma de la Cofradía de Jesús Resucitado. Pasadas las ocho y media ha llegado ante la puerta de la iglesia de Santa María, donde se han presentado ante la hermana mayor, Marién García Boj, quien instantes después ha comenzado a recibir, junto a representantes de su junta de mesa, al elenco de invitados, con amplia representación de la sociedad institucional, militar y procesionista.  



Después ha comenzado la procesión claustral formada por alumbrantes de las cuatro principales cofradías de la ciudad en un cortejo que cerraban los hermanos mayores y el grupo sacerdotal, encabezado por el capellán de la hermandad anfitriona, Miguel Solana. El destino era el altar, donde se encontraba la imagen de Jesús Resucitado con un adorno floral reducido pero muy brillante merced a un arduo trabajo de los encargados de darle forma con margaritas, gerberas y rosas blancas, con hortensias azules que le ponían las pinceladas de color. En los laterales de la imagen que creó el escultor González Moreno lucían los estandartes del grupo del Cristo de la Resurrección, que este año cumple su cuarto de siglo de andadura, y el de la Virgen de la Caridad, que en 2023 celebra el 300 aniversario de la llegada de la imagen y el centenario de su primera corona canónica. Este año, a diferencia de otros anteriores, no se han ubicado objetos a estrenar en las procesiones para ser bendecidos.



Vamos a la homilia. Fernando Gutiérrez Reche, capellán marrajo, ha sido el que ha dado lectura a 'La transfiguración del Señor', que relata que Jesús subió a un monte a orar con algunos de los apóstoles y que, mientras oraba, se transformó el aspecto de su rostro y su vestido se volvió blanco y resplandeciente.

El Resurrexit ha recuperado su plenitud después de no celebrarse en 2021 y hacerlo de forma muy reducida en 2022, y en ese aspecto ha iniciado su oratoria Miguel Solana ("Volvemos con nuevas ilusiones y esperanzas para sacar las procesiones a la calle"), para, a continuación invitar a reflexionar sobre la imagen en espiral del Resucitado ("Verla con esa luz especial nos motiva") y abogar por vivir una cuaresma "en sentido religioso", enlazando con una pregunta sobre nuestra vida espiritual: "¿Por qué camino va?". Considera que el pasaje de 'La transfiguración del Señor' debe "motivarnos" y que es el momento "de hacer un stop", remarcando que el Papa Francisco ha dicho que es el momento "de tomar una autopista para el encuentro con un Jesús resucitado. En cuaresma se invita a subir a un monte para vivir una experiencia con Jesús, una cuaresma distinta (...) Hemos aparcado la fe, y no digo que no tengamos, pero debemos preparar las procesiones con mimo y cariño, pero mirando a Jesús", ha aseverado.

Ha continuado indicando que las cofradías "sois una parte del cuerpo de Cristo" y que una cofradía "debe ser un pueblo para caminar juntos, sin rivalidades, como hermanos". También se ha referido a los dos maderos que se cruzan en la cruz. "El horizontal es nuestra vida humana y el vertical es un travesaño que parte del suelo hacia el cielo. También hay que mirar hacia el cielo".

En la recta final de su homilia ha puesto énfasis en que para hacer un proyecto "hay que saber hacia dónde vamos", añadiendo que hay que construir "una nueva sociedad y no la que nos quieren imponer sin Dios". Ha concluido proponiendo vivir "con gozo la cuaresma, que es tiempo de salvación, tiempo de cambio".

El oficio religioso  ha contado en el capítulo musical con la voz de un tenor durante su desarrollo y con la Unión Musical Cartagonova en su inicio y final, durante las dos procesiones claustrales.

El Resurrexit, que expresa la alegría por la resurrección de Jesús, fue instaurado por la cofradía en el año 2000, en la etapa en que Benito Martínez era el hermano mayor. 


VÍDEO elaborado por el portal Cartagena Cofrade:

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