Dudas, ocurrencias y cosas veredes

DUDA POLVORIENTA. La Comunidad Autónoma alertó el sábado de una prolongada intrusión de polvo sahariano en la Región de Murcia, recomendando, entre otras medidas evitar la actividad física al aire libre. Pues bien, se han celebrado todas las carreras al aire libre, entre otras actividades que estaban previstas.


Leer más...

¿Llueve más en Semana Santa?

Parece que el cielo conspira para que siempre llueva estos señalados días, aunque de un año a otro caigan en fechas distintas. El mejor ejemplo es Cartagena, que desde que comenzaron las procesiones en el Viernes de Dolores todos los días ha hecho acto de presencia el agua caída del cielo. Un experto, Francisco J. Tapiador, explica porqué sucede, centrándose principalmente del tramo entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección.


Sucede a menudo que tenemos un montón de días de sol, despejados, antes del Jueves Santo, y que ya el martes o el miércoles se empieza a arrugar. Y luego, en los días que van del jueves al Domingo de Resurrección, llueve. ¿Es una realidad meteorológica, o una percepción?
 
Madrid, 14 de abril de 2025. – Es sabido que la Semana Santa no tiene una fecha fija en el calendario. Se calcula en función de la fase de la luna. En el Concilio de Nicea (325 d.C.) se estableció que el Domingo de Pascua fuera el primer domingo después de la primera luna llena tras el equinoccio de primavera (el 21 de marzo en el calendario eclesiástico). Esto hace que unas veces caiga a finales de marzo y otras entrado abril, como este año.
 
La relación de la Semana Santa con la luna, y el recuerdo de que llueve siempre en estas fechas, podría llevarnos a pensar que hay algún tipo de conexión entre la fase de la luna y la lluvia. Pero la física dice que no, que no hay una relación entre la posición relativa de luna, el Sol y la Tierra, y la lluvia, a pesar de las fuerzas de marea y de la radiación adicional que recibimos. Tiene que ser otra cosa.
 
La primavera y el otoño concentran la mayor parte de las lluvias en la Península Ibérica
 
Lo cierto es que es fácil que llueva en semana santa en nuestras latitudes porque se celebra cuando empieza la primavera, la época, junto con el otoño, en que más llueve en la península. El refrán de «abril, aguas mil» tiene una base climatológica sólida. Lo raro es que llueva tanto en marzo, como ha sucedido este año, pero no que lo haga en abril. La clave es que si llueve en abril, y teniendo en cuenta que la semana santa es eso, una semana (o algo más), hay un 25% de probabilidad de que nos llueva precisamente entonces, aunque sólo sea por azar. Dicho de otra forma, son demasiados días para que, en un mes generalmente lluvioso, no tengamos algún chaparrón. De hecho, la estadística climatológica dice que en 25 de los últimos 30 años ha llovido en algún momento de las fiestas. Eso no quiere decir que esté todo el rato lloviendo, pero es suficiente para poder afirmar que sí que suele llover en Semana Santa.
 
El cierto que estamos más pendientes del tiempo en estas fechas, porque es cuando empezamos a salir del frío invierno. Hay más horas de luz y el cambio de hora nos permite aprovechar mejor las tardes. Hacemos más vida fuera de casa. En retrospectiva, en el recuerdo, nadie se maravilla de que le luciera el sol durante las Pascuas. Es algo que pasa desapercibido, pero sí que recordamos que llovió, sobre todo si eso nos estropeó los planes. Nos acordamos más de lo malo, lo cual, aunque sea una ventaja evolutiva, es un incordio. Pero más allá de la percepción sesgada, sí que suele llover en estas fechas.
 
La lluvia nos importa, y más si estamos de vacaciones. No sólo afecta a los actos religiosos, sino también a los planes de vacaciones. Pocas cosas tan frustrantes como haber reservado un hotel para esos días y que tengamos lluvia hasta la Pascua e incluso el lunes. Confieso que este año me ha pasado a mí. Mi plan era dar una conferencia en el Ateneo de Badajoz y después bajar a Huelva a disfrutar del Atlántico y de Andalucía. Di la charla, pero luego la borrasca Oliver se interpuso en mis intenciones y regresé a mi casa de Valladolid a pasar unas vacaciones de lectura viendo llover tras los cristales. Que tampoco es mal plan.

Sobre Francisco J. Tapiador
Francisco Javier Tapiador es escritor y catedrático, con formación dual en ciencias y letras. Nacido en 1973 en Valladolid, se licenció en Filosofía y Letras (Geografía e Historia, especialidad Geografía) en la Universidad de Valladolid. Tras ampliar estudios se doctoró en Ciencias Físicas, especializándose en el estudio de la precipitación y de las nubes utilizando satélites y modelos. Es catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha, en donde fue decano de la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica. Ha publicado cuatro novelas literarias, cuatro ensayos y tres libros de poesía, además de decenas de artículos de investigación. Es editor asociado de la revista internacional Atmospheric Research. Dirige la colección ‘Ciencia y Divulgación’ en la editorial Renacimiento.


🖌️ Texto en el que se respeta íntegramente contenido, redacción y ortografía, salvo en el titular y en la entradilla del artículo

Imprimir