Los pueblos cartageneros desbordan las previsiones
Durante dos años se ha repetido sin cesar la ansiedad de los cofrades por recuperar las procesiones, pero es que con la ofrenda floral a la patrona ha quedado claro que existían tantas ganas. La prueba es que han sido, al menos, tres mil los participantes ataviados con trajes tradicionales, un millar más de lo calculado y por encima de las cifras anteriores a la pandemia. La hermandad de romeros de San Ginés superaba el centenar de integrantes y otros grupos, como los modernistas, desfilaban por primera vez. Ha sido la gran fiesta de un municipio llamado Cartagena. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)
Los fieles lectores de Cartagena de Hoy saben que la ofrenda floral a la Virgen de la Caridad es una de nuestras ‘noticias estrella’. El motivo es simple. No hay un evento que una más al municipio que este gran desfile, en el que participan, a través de sus colectivos, la mayoría de nuestros barrios y pueblos. Cartagena es un municipio muy grande en el que el 75% de su población reside fuera del casco antiguo y este día, en un buen número, expresan que la Virgen de la Caridad es de todos, no sólo de los urbanitas.
Las previsiones eran 47 grupos que iban a acoger a dos mil personas. La realidad han sido 50 grupos y más de tres mil desfilantes, como también se percibe la galería de fotos que publicamos con más de un centenar de imágenes. Sólo la Hermandad de romeros de San Ginés ya llevaba 106 y la banda de tambores Quillo no le andaba a la zaga. Por cierto que en esta última marchaba Francisco Belmonte, presidente del FC Cartagena SAD y padrino del colectivo musical.
También hay altas y bajas. Ha sido novedad la presencia de la asociación Modernistas de Levante de Cartagena, cuyo presidente, José Antonio ‘Kachimanero’, nos apuntaba que la iglesia donde se le rinde culto a la Virgen de la Caridad se estrenó en 1903, es decir, en plena época modernista, con lo que la alta burguesía de entonces vestían como va ahora este inquieto grupo. En cuanto a las ausencias, no ha estado el colectivo de Carthagineses y Romanos y había pocas poblaciones del litoral. Sólo La Azohía, entre las que hemos visto.
Sí han estado, en un contingente numeroso, las cofradías marraja, california y resucitada. También una amplia representación de las poblaciones de la zona norte: Miranda, El Albujón, La Aljorra, San Critóbal … y Los Dolores, por partida doble. El grupo de coros y danzas dolorense, junto a sus aliados de Molinos Marfagones (del que forma parte el edil Diego Ortega), han tributado bailes a la patrona dentro de la iglesia, al igual que los paladines de las tradiciones puras de Cartagena, es decir, el grupo folklórico de La Palma, ha lucido una importante riqueza de vestuarios de los siglos XVIII, XIX y principios del XX. Por su parte, el colectivo de Santa Lucía ha representado a las pescaderas. El sonido de las gaitas lo ha puesto Celticue y también han hecho su aportación musical la Cuarentuna, con el edil José López, como es habitual entre sus tunos. MC y VOX también se han sumado a este cortejo, coincidiendo ambos en montajes florales, unos con el escudo de Cartagena y otro con la bandera de España, además de sus respectivos símbolos o colores. Otro colectivo lo han formado las autoridades municipales, encabezadas por la alcaldesa, Noelia Arroyo, que ha sorprendido gratamente con traje típico cartagenero. Podíamos seguir diciendo más de otros grupos, pues cada uno tenía su particular singularidad o historia, pero valgan esos ejemplos.
El destino, la Virgen de la Caridad, ubicada en una capilla lateral por las obras en su basílica. Al parecer, el altar ya está casi concluido y en breve volverá a su lugar de siempre. Eso sí, ahora otra vez con el cariño mostrado por las gentes de la tierra que protege con su (hipotético) manto.
Lo indiscutible es que se han desbordado las expectativas. “Teníamos muchas ganas de volver a llevarle flores a la patrona”, nos decía un grupo familiar que lleva más de dos décadas desfilando. Es un sentimiento general de lo que auténticamente es Cartagena, un municipio plagado de núcleos de población.
Relación prevista de los participantes, matizando que los componentes han sido más y que hay alguna ausencia y se suman unos cuatro colectivos:
