El Santa Lucía aplica con éxito una técnica preoperatoria para hernias gigantes
Permite una reparación completa, segura y definitiva en estos pacientes. El recinto hospitalario de Cartagena puede tener al año tres o cuatro casos con esta complejidad y con alto riesgo de complicaciones.
La Unidad de Pared Abdominal del Servicio de Cirugía General y Aparato digestivo del complejo hospitalario de Cartagena ha realizado con éxito en el hospital general universitario Santa Lucía una intervención en la que se ha aplicado una nueva técnica muy útil para la reparación de hernias de gran tamaño e importante complejidad con alto riesgo de complicaciones.
Se trata de casos son excepcionales, ya que se dan tres o cuatro al año en el hospital Santa Lucía, y en ellos la hernia o eventración abdominal presenta alrededor del 30 por ciento, lo que puede provocar la ruptura de la musculatura de la pared abdominal.
Estos pacientes pueden presentar riesgo persistente de obstrucción intestinal o peritonitis asociada y otras complicaciones, además de molestias, dolor permanente, otras alteraciones del tránsito intestinal e importantes problemas tanto estéticos como psicológicos.
La técnica del neumoperitoneo progresivo preoperatorio que se ha empleado en el recinto hospitalario permite cirugías confortables, seguras y resolutivas y disminuye drásticamente el riesgo de insuficiencia respiratoria que, en muchas ocasiones, contraindica la reparación quirúrgica en estos pacientes, entre otros.
Además, asociado a esta técnica está el empleo previo de toxina botulínica en la musculatura abdominal, que consigue una relajación transitoria de la musculatura, con lo que las cirugías son menos agresivas, con menor dolor asociado, mayor protección de la reparación realizada y permiten una readaptación más lenta, progresiva y segura.
La técnica consiste en la colocación de un catéter dentro de la cavidad abdominal del paciente a través del cual se administran, de manera controlada y monitorizada, distintas cantidades de aire ambiente durante entre seis y quince días previos a la intervención. De esta manera, se tensiona la pared abdominal del paciente, lo que genera, al extraer dicho aire, un espacio durante el acto quirúrgico que permite a las vísceras herniadas volver al abdomen previamente acondicionado.
Normalmente, en estos pacientes no es tolerable una reparación herniaria directa debido a que la reparación puede ser insuficiente o incluso fatal sin el empleo de una técnica preoperatoria, ya que los defectos van creciendo y alterando lenta y progresivamente la fisiología normal de la pared del abdomen y de todos sus sistemas adyacentes.
La reparación de estos defectos sin una adecuada preparación puede conllevar varios problemas, como la reaparición de la hernia nuevamente, hemorragia, insuficiencia respiratoria aguda secundaria a la reparación o la imposibilidad de reparación debido a la aparición de problemas fisiopatológicos graves.
Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo
La Unidad de pared abdominal, integrada en el Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo, está coordinada por Javier Muñoz, junto con las cirujanas Paula Gómez e Iria Cervera. Los jefes de sección son Rafael González-Costea y María Dolores Balsalobre, y el jefe del servicio es José Luis Vázquez.
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