Cuando escritores y lectores se encuentran en un mundo de papel

Lo habitual es que unos escriban y que otros compren, pero que entre una acción y otra existan muchos kilómetros. En la 'Feria del libro de Cartagena', que se está desarrollando en la plaza de España con un estupendo ambiente, confluyen en el mismo espacio unos y otros. En la imagen, cuatro autores cartageneros: José María Álvarez, Lola Gutiérrez, Antonio Marín Albalate y Noelia Illán Conesa.



No siempre, un creador de poesía o narrativa puede sentir el aliento de la persona que recogió la obra que escribió. No siempre, un lector pueden hablar de un libro con quien lo concibió o resolver dudas sobre determinados capítulos o párrafo, además de tener la oportunidad de tener una obra dedicada. Estas escenas se dan en las presentaciones de libros, pero estos días, en 'La Trimilenaria', se producen multiplicadas y así sucederá hasta que este domingo acabe el gran encuentro literario de la plaza de España, lugar que está presentando un estupendo ambiente entre anfitriones y visitantes.

La feria regresó, tras 13 ediciones ausente, el pasado año y lo hizo con este debate de si la plaza de España es el mejor lugar. Uno prefieren el puerto, que permite multiplicar la presencia al sumarse los que van de paseo junto al mar; otros, abogan por otros lugares, como la remodelada plaza de Juan XXIII; y los hay que, viendo la respuesta, consideran que la plaza de España es buen lugar, despejado de tráfico y con áreas para combinar casetas con variados ambientes.

Respecto a esto último, los niños (y a través de ellos familias completas) son los destintarios de una parte de las actividades, mientras que otras se dirigen a un público más adulto, pero que también 'llenaron' ayer, como fue la conversación mantenida en un sofá de escenario por el periodista cartagenero José Ángel Cerón con Manuel Jabois, colega de profesión que trabaja en el diario 'El País'.



Volviendo a la esencia de la feria, este viernes se sucedieron los encuentros. Entre los autores estuvo Ignacio del Olmo, quien combina su pasión por la literatura con el cargo de Jefe Superior de la Policía Nacional en la Región de Murcia. También se pudo ver a Juan Tébar, Francisco Sandoval, Antonio Marín Albalate, Beatriz Sánchez del Amo, Ana Gil, Mabel Guillén, etc. También por lo que observamos, el ritmo de venta era bueno, tanto las novedosas (por ejemplo, el poemario 'Torno súbito' de Noelia Illán con 'Balduque') como los que ponían al alcance de los asistentes toda su obra (por ejemplo, las ocho novelas escritas por Lola Gutiérrez). Muchos acudían vía editorial y también los había que lo hacía a través de librerías, de colectivos (Asociación de Escritores de Cartagena) o de eventos anuales (Novela negra de Cartagena).

Por cierto, nos consta que por las cuatro feriantes calles han pasado numerosos políticos. Nosotros, en nuestra ruta, sólo coincidimos con la amplia comitiva del PSOE cartagenero. Otro apunte, además de las variadas obras propias de nuestro tiempo, me agradó mucho ver las 'novelas de pistoleros', aquellos relatos del Oeste que ya no están de moda pero que marcaron una época para muchos y que no deben difuminarse.  

Escritores y lectores en un mundo de papel con fuertes murallas que lo protegen de invasiones tecnológicas. El tacto también genera placer lector.


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