Isabel Ruiz y Javier Nieto, dos diamantes de la vocación de servicio festera
El Consejo Carthaginés distingue a la sacerdotisa de Guardia de Tanit y al guerrero de Tropas de Aníbal como los galardones ‘Gran dama de Carthago’ y ‘Hannon El Navegante’, respectivamente, por su contribución desinteresada y voluntaria al crecimiento de Carthagineses y Romanos. “Hacer feliz a los demás es hacerse feliz a uno mismo”, expuso la galardonada, mientras que el premiado afirmó que el alma de Cartagena “es carthaginesa”.
Anna Gambín fue la que comenzó el acto de entrega de honores del Annus XXXIII del Consejo Carthaginés. Ella hizo la presentación y entregó el micrófono al presidente púnico, Manu Marín, quien fue el encargado de convocar a los premiados y ensalzar, con una breve muestra sus grandes valores.
Isabel María Ruiz Martínez (pinchar aquí) fue la primera que recibió el título, en su caso, de ‘Gran dama de Carthago’. Comenzó diciendo que, al igual que en su vida particular, en las fiestas “me gusta hacer feliz a los demás, pues es hacerse feliz a uno mismo”. Resaltó que su tropa “es una gran familia” y que no puede pedir disculpas por el tiempo empleado en las fiestas a su esposo e hijos porque ellos también están enrolados e implicados en ellas. Recordó a los amigos que ya no están y resaltó que se dio cuenta de la cantidad de “personas maravillosas que trabajaban por las fiestas y quise ser una de ellas. Debo de decir que cada minuto ha merecido la pena y también que de ‘grandes damas’ están llenas las fiestas”, aseveró.
Javier Nieto Roca (pinchar aquí) se presentó como “un gran solitario” al que no le van actos del tipo del de anoche, apuntando que había venido por su familia. Sin embargo, después se le notó con soltura y a gusto dirigiéndose al público y a sus compañeros de Tropas de Aníbal. Dijo que se embarcó en las fiestas por ‘culpa’ de “muchos” y que su periplo empieza “de cerveza en cerveza con tertulias de la ‘Hermandad de la trompa’ sobre la historia cartaginesa y de ahí salieron los guiones que cedí y no cobré”. También pidió respeto para el uso de las palabras, afirmó que el alma de Cartagena “es carthaginesa” y, en otro momento, proclamó su amor por su esposa. El guerrero ofreció algunas de las frases conocidas de sus guiones festeros: “¿Dónde están los dioses cuando se les necesita?”, por ejemplo. También, junto a los suyos, el cántico guerrero de Tropas de Aníbal: “¿Qué somos? / ¡Un muro! / ¿Qué somos? / ¡Un muro! / ¡¿Qué coño somos?! / ¡Un puto muro!.
Tras el acto en el escenario del puerto, una hora más tarde comenzó la cena de gala de los premios en el campamento festero, como muestran también imágenes de la galería de fotos que ofrecemos.
