⚔️ El oráculo no mintió…
… y los cartagineses siguen presentes en la ciudad de las cinco colinas después de más de dos mil doscientos años con la representación de su historia. Es la esencia de una obra tan breve como bella que ha llenado el aforo del auditorio del Parque de Torres.
Un cohete estalla en el cielo. Comienza el ‘Oráculo de la diosa Tanit’ con la tradicional voz en off de la recordada Rosa Juaneda, quien gestó el guión que se mantiene con el paso del tiempo de “un oráculo que nadie presencó jamás y que pudo suceder en Qart-Hadast hace más de dos mil doscientos años”.
Una elástica danzarina rodeada por las sacerdotisas de Baal-Hammon son las primeras escenas que llegan a un completado graderío del auditorio más elevado de ‘La Trimilenaria’, el lugar donde más luce esta obra de apenas cuarenta minutos que ha vuelto a dirigir Adrián Quiñones.
Suena una campana. Llega el sumo sacerdote (Antonio Cano) mientras suena música de coro religioso. Tras él, cuatro sacerdotisas, quienes llevan a cabo invocaciones a la diosa, pidiendo su amparo para la ciudad.
Tras una breve tertulia de tres ciudadanos, el templo se abre al pueblo y recibe a un anciano, un guerrero y una mujer. El primero pide por su hijo que está en la guerra, el segundo quiere pelear junto a Aníbal y la tercera anhela ser madre. La pitonisa (Isa Cabezos) es el vehículo por el que la diosa les ofrece las respuestas deseadas.
Se vacía el templo y llega Himilce (Esther Escolar) bajando con plena solemnidad la escalinata de un graderío franqueado por decenas de carthaginesas con velas, ofreciendo el conjunto una enorme vistosidad.
La esposa de Aníbal, nerviosa, refleja en su oratoria el sufrimiento que lleva dentro a consecuencia de los temores que le han invadido sobre el destino de su amados: su marido y Qart-Hadast. De rodillas, implora el augurio de Tanit.
La pitonisa le desvelará la derrota de Aníbal, pero que lo volverá a ver en otra ciudad. También que tendrán un hijo, que no sucederá a su padre, y que ‘las águilas’ derrotarán (“con engaños”) a las fuerzas cartaginesas, pero no será el final, pues con el año de los años la ciudad resurgirá y las historias de los fundadores de Qart-Hadast volverán a la ciudad de las cinco colinas, Cartagena. Las coloridas explosiones en el cielo, aderezadas con el sonido de los aplausos, pondrá el fin.
En el epílogo, ya fuera de la obra y tras los saludas del reparto de actores-festeros, Honderos Baleares ha entregado una daga y un ramo de flores a una emocionada Esther Escolar, compañera de tropa y que este día concluye su faceta teatral como principal personaje femenino carthaginés, en gratitud a su buenhacer como Himílce durante los años 2023 y 2024.
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